Capitulo 3: ¡Podremos salir en grupo los cuatro!

-Nena, ¿que haces aquí?

La voz de Stephanie retumba por toda la casa.
Abres los ojos. Observas un pequeño rayo de sol que entra por la ventana. Ya es de día.
-¿Stephanie?
-Si, nena soy yo. ¿Quien sino?
Tu amiga se tumba a tu lado y te da golpes en la cabeza.
-Ayer te llame 6 veces al ver que no estabas en mi casa. Y hoy ya he pensado en pasar por aquí.- te dice con una sonrisa.
-¿Tus padres saben que no fui a tu casa?
-Que va. Estaban dormidos cuando llegue y ahora siguen estandolo.
Se hace un silencio entre las dos. Vuelves a cerrar los ojos. Y Stephanie se levanta de la cama.
-Ayer fui a unas carreras- dice abriendo uno de tus armarios. Y sacando un pantalón corto vaquero. -Estaba aquel chico, ese que te empujo.
Levantas la cabeza de golpe y miras directamente a Stephanie.
-Es amigo del chico de la barra.- prosigue Stephanie.
-¿Y te ha dicho algo?
-Si, así que ya puedes contarme porque su chaqueta esta aquí. -ríe por toda la habitación y se sienta al borde de la cama.
Empiezas a contarle todo lo que ocurrió cuando fuiste al servicio. Cuando bajasteis, después como acabasteis en ese desagradable descampado. Y por ultimo todo lo que sucedió en casa.
-Nena, esta buenisimo. Como no salgas con él, lo haré yo.
-Stephanie, ¡por dios! Nunca saldremos juntos.
-Pues él bien dice que seréis pareja en unos cuantos días.
-El problema es que él solo me quiere para un polvo de una noche...
-Nena, le he visto le brillaban los ojos cuando hablabamos de ti. Yo creo se a enamorado.
Ahora la que ríes fuertemente eres tú. Es imposible que Zayn se haya enamorado de ti. Además, ambos perderíais el tiempo si salieseis juntos. Y eso es lo que más te duele.
-Los chicos así no tienen sentimientos, Stephanie.
-Todo el mundo los tiene.
-Esta bien. Pongamos que él me quiere y yo a él.
-¡Se que te has enamorado de él! ¡Vamos, y quien no!
-¡¡¡Quieres dejarme terminar!!!- gritas y Stephanie hace un gesto para que prosigas. - Si los dos salimos, mis padres me matarian. Me obligarían a dejarlo.
-Nena, tus padres son geniales. Y sé que Zayn tiene un lado estupendo que tú le sacaras. Y cuando llegue la hora de conocer a tu familia. Él sera uno más.- sonríe felizmente.
Quizás tenga razón, pero ¿y si salís y todo sale al revés? ¿Y si la que cambia eres tú?
Tras minutos de silencio. Stephanie coge el vaquero que antes había dejado sobre la cama y se cambia delante tuya.
-De nada, eh.- dices irónicamente.
-Gracias por prestarme el vaquero.- ríe y se dirige al aseo. Donde se echa un poco de colonia.
-¿Has quedado con alguien acaso?
-Si- empieza a dar saltitos y a dar palmas.Le miras sonriendo picaramente.
-¿Con quien?
-Con el de la barra, Mikel.
-¿¿Enserio??
-Sii, creo que saldremos juntos. Y como él y Zayn son amigos. ¡Podremos salir en grupo los cuatro!
-Estas flipando.
-Puede ser.- las dos reís. Stephanie mira la hora en su móvil. Te da un beso y rápidamente se va por la puerta. Bajando las escaleras dice algo que apenas puedes oír. Aunque sonríes al ver que ella se encuentra tan feliz.
Pasas unos minutos reflexionando hasta que decides bajar a la cocina, a por algo que llevarte a la boca. Abres la nevera lentamente y observas que no hay nada en su interior. Solamente un paquete de mantequilla, un zumo de uva y dos yogures de fresa. Suspiras. Hacia como una semana que ninguna de las dos pisabais la casa. Solamente vinisteis para hacer una limpieza general hace un par de días.
Cierras con poca energía la nevera. Subes otra vez a tu habitación y ahora entras al aseo. Te pegas una ducha fresca para despertarte. Cuando sales te envuelves con una toalla azul. Recubres tu cuerpo con crema y ya por ultimo, te vistes con unos vaqueros cortos claritos y una camiseta de tirantes básica blanca. Metes el móvil en el bolsillo de atrás, y coges dinero de la mesita de noche. Por ultimo te perfumas y cogiendo las llaves, sales hacia el supermercado.
No esta muy lejos, solamente a tres manzanas. Al llegar coges una cesta y te diriges a la sección de los lácteos. Cuatro bricks de leche desnatada coges. Después vas a la sección de patatas y coges de dos clases, normales y campesinas.
Observas de reojo que a tu lado hay un chico, y antes de que quieras mirar quien es. Su brazo pasa por tu mirada para poder coger una bolsa de ''Doritos'' que tienes enfrente. Ves sus tatuajes en el brazo derecho. Ahora tu respiracion esta entrecortada. Solo tardas un segundo en darte cuenta de que es él, Zayn.
Supones y esperas que no se haya dado cuenta de que eres tú. Volteas tu cuerpo y caminas hacia el lado contrario en el que se encuentra Zayn. Aceleras el paso hasta que su voz te detiene.
-¡Niña de papá! Usted tiene algo que me pertenece, ¿no cree?
¡Mierda! Era natural pensar que se había dado cuenta de ti. Giras y le miras fijamente a sus preciosos ojos brillantes.
-Vaya... ¿Usted? ¿Eso que es? ¿Se come?- dices irónicamente al ver la forma tan formal de Zayn.
-No, solamente estoy aprendiendo modales. Para no despertar a la loba.
-Ah, muy bien que me parece.
-2° encuentro... No crees que el destino esta... ¡Pum! Uniéndonos.
-Conociéndote. Podrías haberme seguido. Así que no, no creeo que sea el destino.
-Pues, muy bien no me conoces.
-Si, sera eso.- dices poniendo los ojos en blanco.
Te mira sonriendo de oreja a oreja, ahora temes que vaya ha hacer algo. Se acerca rápidamente a ti y coge el carro que llevas en la mano. Lo aparta y está vez te coge a ti por las piernas, como un saco de patatas. Empiezas a gritar como una histérica y a pegarle patadas y manotazos en su espalda.
-Callate. Estas armando la de Dios.
-¡Pues sueltame, imbécil!
-Sh, niña de papá.
Empieza a caminar por todos los pasillos y tú no dejas de darle y gritar. La gente os mira extrañada. Incluso unos se apartan de vuestro camino. Zayn pisa ya el suelo del aparcamiento del supermercado. Notas como te deja caer sobre el asiento trasero de una moto. Y él rápidamente sube delante.
-¡¿A donde piensas llevarme?!- le pegas golpes a su espalda como si de un cojín se tratase.
-A que me conozcas como realmente soy yo.
-No quiero saber nada de- y antes de que termines, arranca hacia un destino desconocido para ti.